miércoles, 26 de diciembre de 2012

DESPEDIDA

BALREY dejo de fabricarse. 
                             Cumplio su epoca. 
                    Estamos agradecidos a todos nuestros clientes, a todos los elogios recibidos. 
    Continuamos fabricando, con otro pensamiento, con otro estilo, con otra marca. 
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS. 





CONTACTO, MAIL, TELEFONO

BALREY

Tfno. 925750070
calzadobalrey@gmail.com

Hace algún tiempo empecé a buscar unas buenas botas para el campo, unas botas como las de toda la vida, sin cosas extrañas ni modernidades excesivas, buscaba unas botas Apache. Desgraciadamente en Madrid no las encontraba, el distribuidor no me las mandó jamás y por más que diera vueltas parecía imposible hacerme con unas. Por fin un día, paseando por Asturias las vi, no eran Apache, pero eran iguales, eran unas botas Balrey, desgraciadamente no había mi número. Apunté el nombre y a mi vuelta a Madrid investigué hasta que dí con el fabricante. Tenía un viaje, una expedición programada a Liberia y necesitaba otro par de botas, unas botas de ese estilo, de las de toda la vida, con buena piel, cómodas y sin goretex, ni historias raras. Quedé con Jesús, el fabricante, en La Puebla de Montalbán, y me encargué unas botas un poco diferentes a las que fabrican normalmente, tenían que ser más altas para poder moverme sin problemas por la jungla. Me las fabricaron a medida y con las especificaciones concretas que les pedí. He de decir que son las mejores botas que he tenido en mis cuarenta y cuatro años.
Durante once meses he vivido en la jungla liberiana, he caminado más de mil quinientos quilómetros por aquellas tierras, he destrozado otro par de botas que alternaba con estas, unas botas modernas, que según me aseguraron son las que llevan los SWAT en Estados Unidos, unas Magnum, que teóricamente iban a ser la leche en bote, y finalmente fueron una lata. Se me despegó la suela, la plantilla se pudrió, las fijaciones de los cordones se despegaron... Sin embargo las Balrey solo sufrieron un tanto en el tacón derecho, que empezaba a despegarse cuando volví.
No todo es perfecto en estas botas Balrey, he de decir que tienen algunos problemas importantes para la jungla, el primer problema es el agua, no son impermeables, cuando llega la estación de lluvias te calas lospies. ya puedes darles grasa de caballo o aceite de visón, el agua entra y te deja los dedos de los pies de un color Mercromina que tarda semanas en irse. El otro defecto que tienen es que llaman la atención y todo el mundo te pide que se las regales. La solución a estos dos problemas es sencilla, utilizar botas de goma si es estrictamente necesario, y dormir junto a tus botas para que nadie te las robe.
Desgraciadamente mi proyecto minero en Liberia ha sido parado por tiempo indefinido, además el ébolaestá matando a la población y es altamente contagioso, motivo por el cual creo que estaré sin visitar mi amada Liberia durante bastante tiempo. Las botas seguiré utilizándolas durante el invierno en España, y si todo es normal, me haré con unas un poco más cortas, más ponibles para esta geografía, por supuestoBalrey.

He de aclarar que no tengo ningún tipo de interés comercial en Balrey, ni recibo dinero, ni descuentos, ni compensación alguna por este documento. Simplemente quiero dar las gracias por un artículo que me ha sido imprescindible y me ha facilitado la vida en la jungla liberiana.
 
Santiago García de Lamo.




BOTAS, DE MEDIA CAÑA Y ALTA


Botas de media caña y alta

LOS MODELOS BALREY


Modelo INDIO Color Burdeos 155 Euros.
 
Modelo BLUCHER Color Burdeos 155 Euros.
Bota MONTANA Color Burdeos 230 Euros.

Mod. NOMAD fuera de catalogo.

Modelo ONEIDA, mocasin con suela de la misma piel. fuera de catalogo


Suela de goma Balrey tacon vibram

Modelo INDIO Color Cuero 155 Euros.

Modelo BLUCHER Color Cuero 155 Euros.

Bota de rodilla 300 euros, solo se fabrica a la medida. 

ELABORACIÓN ARTESANA


ELABORACIÓN ARTESANA

Mostramos varias imágenes de un maestro artesano cosiendo palas a mano. 






 Eustaquio montando a mano un mocasín INDIO BALREY 


lunes, 10 de diciembre de 2012

ARTICULOS, NOTICIAS, APORTES


Las campanas doblan por mis botas...


                                      En homenaje al padre de Jesús García Cordero, zapatero que hizo por primera vez las APACHE en España, en La Puebla, donde mismo naciera Fernando de Rojas.

         Cuando David Carradine no era ese cadáver con los testículos y el cuello atados a un armario, que es como murió, sino el actor silencioso y chino que interpretaba a Caine, ¡ese pequeño saltamontes en el Far West!, yo lo veía con entusiasta pasión. Me gustaban sus modos pausados, su talega (tienes más chominás que la talega de Kun-fu, decía el pueblo siempre atento a la que salta) y sus botas colgadas… ¿Para qué coño llevaría, charlie, siempre las botas atadas?, me preguntaba. La verdad es que si alguna vez lo explicó lo olvidé… Un monje shaolín, Kwai Chang Caine, se bandeaba por el Oeste a golpe de paz, de filosofía y unas leches que metía a los malos que partían la manta…, ¡y con las botas colgadas a la talega!
         Uno no niega, charlie, que sea un sentimental a ratos, en momentos. Sin duda, los sentimientos nos hacen vulnerables, pero nos humanizan. La carencia de sentimientos nos embrutece y nos acerca más a lo animal que a lo racional. Te escribo esto porque no quiero despedirme de mis botas sin escribirles algo, aunque ellas lo ignoren. No son pocos quienes escriben a sus perros que no leen; a cipreses que no leen tampoco; a personas que ignoran qué sea leer.
         Mis botas me las compré con una beca para libros que me concedieron allá por el año 76. Llevaba años tras unas botas APACHE, ¡pero las que hacían en La Puebla de Montalbán!: ahora las hacen Mallorca, creo. No llegaron a costarme 4.500 ptas. (27,05 euros): eso era entonces un capital… Anduve con ellas en seco y en barro, en verano y en invierno, generalmente por el campo, aunque también por la ciudad. Subí y bajé. Las engrasé mil veces. Les rompí cordones, les cambiaron las suelas en la casa… Las cosió y recosió el zapatero: acá y acullá… Las cuidé con mimo. Los cortes de las botas nunca se rajaron hasta calar: ocho milímetros de piel, son mucha piel que agujerear…
         Hoy, treinta y seis años después, terminada la temporada de caza 2011-2012 las tiro a la basura porque enterrarlas me parece excederse, como hacen esas viejas que disecan el gato cuando se les muere. No, no las voy a poner en la estantería tampoco. Se van ya camino de la basura, así, tal cual, con su barro de La Cambronera donde hollaron por última vez, colgadas del cubo de la basura, como si de la talega de Kun-fú estuvieran.
         Muchas gracias a quien las hizo, a mi padre que me permitió invertir ese dinero que iba para libros en botas… y a quien me presta el tiempo y que me permitió tanto patear con ellas.
Antonio Jose’ Alcalá
http://antoniojosealcalavique.blogspot.com.es/